miércoles, 8 de abril de 2015

Primer sensación - un breve vistazo

Sucumbí como lo había, previsto jadeando y un poco agónico me derrumbé a tu lado en la cama y cuando te miré; ya eras otra vez perfección y pureza, tu cabello se había reconciliado con su natural forma, tu aroma volvía a brotar de tu piel normalmente, y tus labios... Era como si aquellos bellos moldes te representarán totalmente, como si todo estuviera enmarcado y constituido por ellos.

Jamás pensé que la fusión de las almas fuera tan agotadora, ni que requiriera de tanta energía, pero supongo que es normal. Tenemos que destruirnos primero, para después reconstruirnos como uno solo. Se necesita mucha energía para poder hundirme dentro de ti, para poseerte completamente y por un breve lapso del tiempo, sí, porque por más largo que llegue a ser nunca será lo suficientemente extenso como nuestro amor.

Te veo ahora de espaldas tendida en la cama y tú inmensa cabellera se desenrolla impune hasta tus caderas, envolviendote en un cálido manto carmesí, en un contraste frívolo el de la blancura de tu cuerpo y el rojo fuego de tu pelo, como si derramaras sangre en la nieve. Te volteas y susurras y sonríes al sentir mi cuerpo acercándote a ti...

pero eso no ha sido todo, alguien nos ha interrumpido bruscamente, extrayéndonos de aquel bello delirio. Nos encontramos sin quererlo en una gran avenida y en la pequeña banqueta, rodeados de caras raras y huecas. Ahora te veo parpadear y tu mirada de ojos oscuros y serenos me intentan seducir nuevamente, pero no te preocupes, mis ojos ya no opondrán resistencia, te pertenecen ¿lo sabes?, me pregunto qué pensará la gente que pasa y observa como estamos absortos mirándonos, tan fijamente, tan meticulosos, ¿sabrán que hacemos el amor con la mirada?...